Nicolás Terrados, Doctor en Medicina y Cirugía Deportiva y Especialista en Medicina de la Educación Física y del Deporte, explicó, durante su participación en el I Congreso Nacional del Deporte organizado por ACEDYR los días 27 y 28 de octubre en Gijón, la importancia de conocer los riesgos y problemas de salud que los deportistas pueden encontrarse durante su etapa competitiva. “Para ayudar al deportista de alto rendimiento hay que tratar de conocer que problemas de salud va a tener. Así podremos atajar y anticiparnos en la medida de lo posible a los problemas”, reveló. Recordando siempre que “el deportista de alto rendimiento si no tiene salud no tiene alto rendimiento”. Porque, según Terrados, “es vital prevenir todas estas posibles afecciones porque en el momento en el que aparecen los problemas de salud la prevención ya no sirve para nada”.
En este sentido, el doctor explicó que cualquier deportista de alto rendimiento asume un riesgo por el hecho de alcanzar cargas de trabajo físico tan altas. “Ellos lo pueden controlar con la medicina preventiva”, el problema, señaló, está en “el grupo de población que, sin ser deportistas de alto rendimiento, realizan cargas de trabajo físico similar a los profesionales, porque estos no tienen el control deportivo ni médico de los profesionales”.
En relación al riesgo del ejercicio físico, principalmente para deportistas de élite, señaló que, además de las lesiones, “también existen alteraciones menos conocidas que pueden ser hasta más graves”. Estas cargas de trabajo, añadió, “conllevan unas exigencias que son los que pueden provocar problemas de salud: problemas fisiológicos, hormonales, cardiológicas, traumatológicas, lesiones vasculares, incluso alteraciones en el estado anímico”.
“Se ha demostrado que en determinados deportes, con grandes exigencias de trabajo físico, los deportistas experimentan cambios hormonales. Se pensaba que únicamente ocurría en deportes individuales debido a las altas cargas de entrenamiento, sin embargo, hace algunos años estudiamos el comportamiento hormonal de los integrantes de un equipo y se pudo constatar que pasa lo mismo”, desarrolló.
Las alteraciones hormonales, por ejemplo, pueden llevar al deportista a la sobrecarga. Y lo ejemplificó con un estudio llevado a cabo a profesionales del ciclismo: “Incluso el deporte de alto nivel puede dañar nuestras arterias. Se dan en deportes de larga duración y en el que el movimiento se repite (remo, piragüismo, ciclismo…). Ese movimiento repetitivo produce que el gran flujo de sangre engorde el interior de la arteria, el endotelio, y eso provoca que disminuya el espacio para la corriente sanguínea y haya menor flujo, por lo que el músculo recibe menos sangre y ahí es cuando comienza a bajar el rendimiento y el dolor”. De ahí, agregó, la importancia de “conocer los posibles riesgos para ayudar a los deportistas”.
Sin embargo, Terrados garantizó que “hacer ejercicio es bueno para la salud de cualquier persona”, puesto que “hay infinidad de estudios que demuestran que aquellos que realizan ejercicio tienen muchos menos problemas de salud que las personas que no lo practican”. Incluso si tienes alguna enfermedad como diabetes, hipertensión o bronquitis crónica, continuó, “si haces ejercicio, la enfermedad disminuye drásticamente”.