Este nuevo concierto pedagógico fue una experiencia diferente y sorprendente, se combinaron prácticas de persuasión corporal para buscar los sonidos de la naturaleza utilizando conchas, caracolas, piedras, semillas, flautas de bambú, morteros y cucharas. Otros sonidos buscados a través de instrumentos fabricados clasificados en cuerda, percusión y viento. De cuerda destacaron la guitarra y el bajo eléctrico, pero también el krar etíope y el charango boliviano.
En cuanto a la percusión se escucharon xilófonos, triángulos, campanillas, cuencos tibetanos e incluso un kultrun chileno. Con estos instrumentos es con los que más canciones se cantaron para finalmente, dejar turno al sonido del viento, dúo de flautas y escuchar la melodía preferida del Señor Cangrejo de Bob Esponja, interpretada con la concertina. La clausura del evento estuvo marcada por la interpretación de una última pieza con una gaita, instrumento que, dado su singular sonido, no deja a nadie indiferente.