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Disponible la tercera entrega de “Historia de las marcas españolas de cyclecars”

La Fundación RACE publica y distribuye la tercera entrega de la obra dedicada a la Historia de las marcas españolas de cyclecars. Publicación que tiene como objetivo dar a conocer marcas españolas como Matas y S.R.C., Elizalde, M.A., Garriga, Loryc y JBR & Storm.
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Fecha:
abr 12, 2025
Por:
Víctor Treviño

En el tercer capítulo de esta obra se destaca el legado de fabricantes menos conocidos como Matas y S.R.C., Elizalde, M.A., Garriga, Loryc y JBR & Storm. Estas firmas, surgidas en las primeras décadas del siglo XX, reflejan el espíritu pionero de una España que comenzaba a experimentar con la fabricación artesanal de vehículos.

Uno de los nombres más curiosos es el de Matas, creado por el ingeniero Joaquín Matas en Barcelona. Conocido por una suspensión delantera peculiar y motores internacionales, el coche evolucionó tras ser vendido a S.R.C. (Stevenson, Romagosa y Compañía). Aunque los modelos no fueron masivos, llegaron a ser promocionados como "el pequeño Rolls-Royce", reflejando su aspiración a la calidad.

Elizalde, por su parte, es quizás la más reconocida del grupo. Su incursión en el mundo del autociclo a través de modelos derivados de sus voiturettes le valió prestigio tanto en el ámbito civil como en la competición. Incluso llegó a vender modelos deportivos directamente al público, lo que supuso todo un hito para la época.

Otro ejemplo singular es M.A., un prototipo único construido por José Álvarez Arenal. Aunque solo se fabricó un ejemplar, participó activamente en competiciones y llegó a ser equipado con un compresor Cozette, mostrando un nivel técnico notable para su tiempo.

También en Barcelona, la Auto Escuela Garriga dio vida a un vehículo homónimo, concebido para competir y conocido ocasionalmente como G.A. por un curioso error de inscripción. 

En Mallorca, Loryc logró notoriedad por su alianza con la francesa EHP y sus éxitos deportivos. No obstante, la presión de marcas internacionales y restricciones legales obligaron al cese de su actividad en 1927, tras un prometedor arranque.

Finalmente, el JBR, creado por el doctor José Boniquet, se enfocó en la competición, usando motores Ruby y logrando destacadas actuaciones. Su sucesor, el Storm, fue una versión más refinada, pensada para el turismo, aunque ambas aventuras fueron de corta duración.

Este repaso no solo revaloriza nombres olvidados, sino que ilustra una época en la que el automóvil representaba más que un medio de transporte: era símbolo de libertad, ingenio y modernidad.

Para facilitar el acceso, la Fundación RACE ofrece el contenido en formato digital y de descarga libre a través de su página web.

A continuación, les facilitamos los enlaces para la descarga de las tres primeras entregas: